La Escuela Secundaria N°16 “Profesor Gerardo Victorín” -más conocida como Comercio 1 para toda la comunidad de Concordia-, representa uno de los emblemas del patrimonio arquitectónico de Concordia; tanto es así que en el año 2012 fue puesto en valor de manera integral.
A pesar de tener más de 100 años, su edifico aún no cuenta con un gimnasio para las actividades deportivas de sus alumnos.
Por este motivo, su vicerrectora, Cristina Raggio, y miembros de la Cooperadora de la institución educativa fueron recibidos este miércoles por el presidente de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG), Luis Benedetto.
El pedido de audiencia se fundó sobre la idea de reflotar ese viejo proyecto de hace más de diez años realizado en su momento por el Colegio de Arquitectos de Concordia y técnicos de CAFESG.
Luego del encuentro, Benedetto manifestó que “es un proyecto muy ambicioso con muy buena calidad y la idea es ponerlo hoy en valor de acuerdo a los años que han transcurrido y tratar de dividirlo por etapas para que sea factible económicamente llevarlo adelante”.
“El compromiso que asumimos luego de intercambiar opiniones, es que el equipo técnico de CAFESG haga una valorización del mismo, analizarlo y presupuestarlo para conseguir los recursos y poder comenzar a ejecutarlo”, completó el presidente del organismo.
En tanto, la profesora Raggio señaló que “esta escuela, aparte de ser una de las más grandes en este momento, y la más vieja, requiere de tener un gimnasio, no solamente para que los chicos puedan dar sus clases de educación física, sino también para cualquier reunión”. Eso, porque “nosotros contamos con 1300 alumnos distribuidos en tres turnos, y no contamos con un espacio cerrado para realizar diferentes actividades, actos o eventos”, completó.
En relación a qué se llevaban del encuentro, la vicerrectora indicó que “la respuesta fue muy positiva, van a empezar a trabajar los profesionales de CAFESG con algo que se tenía anteriormente, que era un proyecto bastante grande, y vamos a adaptarlo a la época que vivimos”.
Por último, Raggio adelantó que “la idea es cerrar para hacer una cancha donde se pueda practicar vóley, handball y básquet, y vestuarios, que son necesarios para más adelante poder continuar con otras etapas del proyecto”.