Rusia declaró un nuevo alto el fuego para la evacuación de los civiles refugiados en la planta metalúrgica de Azovstal de la sitiada ciudad ucraniana de Mariupol. Sin embargo, el país liderado por el presidente Volodimir Zelenski negó haber alcanzado un acuerdo con Moscú y le pidió a Naciones Unidas ser el «iniciador y garante» de cualquier acuerdo de este tipo. En el terreno militar, Rusia lanzó ataques contra instalaciones ferroviarias en el oeste de Ucrania que dejaron cinco muertos y 18 heridos. Mientras tanto las autoridades de la ciudad rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, acusaron a Kiev de haber bombardeado una aldea y afirmaron que el ataque dejó dos civiles heridos y afectó a varias casas.
«Sin obstáculos» para la salida de civiles
«La Federación Rusa declara pública y oficialmente que no hay ningún obstáculo para que los civiles salgan de Azovstal, salvo la decisión de las propias autoridades de Kiev y de los comandantes de la formaciones nacionalistas de retener a civiles como escudo humano», afirmó el general Mijail Mizintsev, el jefe del centro de Control de Defensa Nacional de Rusia.
El alto el fuego entró en vigor a las 11 horas locales, pero el comunicado castrense no precisó cuándo expiraría. Las unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia y las milicias de la república popular de Donetsk prometieron retirarse a una distancia razonable y permitir la evacuación de civiles «en la dirección que ellos elijan».
Rusia, que destacó que el corredor humanitario está abierto las 24 horas desde hace más de un mes, exigió a las autoridades ucranianas que «de manera inmediata ordenen a los comandantes de las formaciones nacionalistas que los pongan en libertad». El comunicado de las autoridades rusas adelantó que el anuncio de alto el fuego para permitir la evacuación sería leído cada 30 minutos por altavoces para que pueda ser oído en el interior de la planta.
«La disposición de la parte ucraniana a comenzar la operación humanitaria debe ser confirmada con la exhibición de banderas blancas en el perímetro o al menos en algunos sectores de Azovstal», detalló Mizintsev.
Rechazo ucraniano
Como en ocasiones anteriores Iryna Vereshchuk, viceprimera ministra ucraniana, reconoció poco después que ambos bandos «lamentablemente» no habían llegado a un acuerdo. Vereshchuk subrayó que un corredor humanitario anunciado unilateralmente por una de las partes en conflicto no puede ser considerado seguro para los evacuados.
«Esto sería posible de creer si los rusos no hubieran saboteado en muchas ocasiones los corredores humanitarios», destacó la vice ucraniana, quien planteó que Kiev le pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que se convierta en iniciador y garante del corredor que permita la evacuación segura de los civiles de Azovstal, último bastión de la resistencia ucraniana en el puerto bañado por el mar de Azov.
Ataques a estaciones de trenes
En pocos días Rusia posicionó sus tropas cerca de Kiev, que bombardearon lugares militares y civiles por varias semanas. Moscú retiró estas tropas a fines de marzo y anunció una campaña para «liberar» el Donbass, región fronteriza con Rusia y de mayoría rusoparlante.
El ministerio de Defensa ruso reivindicó que su fuerza aérea atacó 82 objetivos militares, incluidos cuatro puestos de mando y dos depósitos de petróleo. También afirman haber alcanzado 27 objetivos con misiles de alta precisión. Por su parte, el ministerio ucraniano afirmó que Rusia está atacando las infraestructuras y líneas de suministro de la ayuda militar de sus socios occidentales.
Este lunes Rusia dirigió su fuego hacia otras partes de Ucrania, golpeando con misiles y ataques aéreos blancos en puntos lejanos al Donbass, aunque con la aparente meta de perturbar el movimiento de provisiones y combustibles que necesitan las tropas de Ucrania del frente este. El director de los ferrocarriles ucranianos, Oleksandre Kamyshin, dijo en Telegram que cinco estaciones de trenes del centro y oeste de Ucrania fueron alcanzadas por fuego ruso.
Autoridades de la provincia central de Vinnytsia, en el centro-oeste de Ucrania, dijeron que cinco personas murieron y 18 resultaron heridas en ataques contra instalaciones ferroviarias cerca de dos localidades. Rusia también destruyó una refinería de petróleo y varios depósitos de combustible en la ciudad central ucraniana de Kremenchuk.
Bombardeo a una aldea rusa
En tanto, un gran incendio se reportó en un depósito de combustible en la ciudad rusa de Bryansk, a 100 kilómetros de la frontera ucraniana, dijo el ministerio de Emergencias ruso. También este lunes Viacheslav Gladkov, gobernador de la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, acusó a Ucrania de haber bombardeado una aldea.
«Los afectados son un hombre herido en la mano y una mujer que recibió un impacto en el cuello. Hay daños en edificios residenciales. La magnitud se evaluará luego de una revisión casa por casa. Todo lo que quedó destruido será reconstruido«, aseguró Gladkov.
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Fuente: Página 12