El narcopastor, socio de Marset, se entregó y quedó detenido en Asunción

El pastor paraguayo José Albero Insfrán Galeano se entregó ante la Fiscalía paraguaya luego de permanecer dos años prófugo. Está acusado por
narcotráfico, rubro en el que compartió vínculos documentados con Sebastián Marset
, el narcotraficante que recibió un pasaporte express por parte del Gobierno uruguayo y que desencadenó una crisis política e institucional que incluyó la renuncia de varios funcionarios. Ambos narcos forman parte de una trama que destaca la complejidad de las relaciones entre crimen, justicia y decisiones gubernamentales en la región.

Insfrán Galeano decidió entregarse porque, según afirmó en una entrevista, habría recibido un “mensaje divino”. «Yo soy una persona que le sirvo a Dios, yo soy una persona que estoy bajo autoridad, y hace 15 días (Dios) me dijo: ‘Llegó el tiempo de presentarnos’. No me dijo de presentarte, de presentarnos», declaró a Radio Ñandutí. La jueza penal de garantías del crimen organizado, Rosarito Montanía, ordenó la prisión preventiva para el pastor y que las autoridades garanticen su seguridad y su vida.

La relación con Marset

Además de pastor de la iglesia Centro de Avivamiento de Curuguaty, Insfrán fue candidato a gobernador del departamento de Canindeyú por el oficialista
Partido Colorado. Tenía una orden de detención –por los presuntos delitos de lavado de activos vinculados al tráfico de drogas– en el marco de «A Ultranza Py», el mayor operativo antidrogas de la historia de Paraguay, que colocó a la organización de Marset como uno de los objetivos. En otra entrevista con la emisora ABC Cardinal, el pastor mencionó que a través de su hermano Miguel Ángel Insfrán, alias «Tío Rico», conoció personalmente a Marset en un campamento religioso.

«Tío Rico» es uno de los principales socios de Marset. Fue extraditado el pasado 19 de mayo desde Brasil y es considerado por las autoridades paraguayas como el presunto líder del Clan Insfrán, una estructura vinculada al narcotráfico. Tanto él como Marset, junto al expresidente paraguayo Horacio Cartes, están acusados de articular el asesinato del fiscal Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022 en una isla colombiana. Pecci lideraba múltiples investigaciones antidrogas, entre ellas «A ultranza Py». 

Cartes fue blanco de la operación «Corazón de Piedra», una investigación criminal que involucró a media docena de agencias de seguridad federales estadounidenses. La operacion se lanzó en el 2010 luego de que la DEA lo señalara como la cabeza de una compleja y poderosa organización de traficantes de droga y lavadores de dinero. Así dice el cable ZA-09-0007/YAZ1K del Departamento de Estado, fechado 5 de enero de ese año y filtrado por Wikileaks. La revelación no impidió que en 2013 Cartes fuese electo presidente de su país por el voto popular. El 17 de marzo de 2017, el entonces senador Lacalle Pou visitó y se fotografió con Cartes, entonces presidente, en la sede del gobierno paraguayo.

Según el politólogo uruguayo Gabriel Delacoste la detención del pastor Insfrán va impactar sobre la investigación de la entrega del pasaporte a Marset por parte del gobierno de Luis Lacalle Pou (foto de EFE, abajo). «Hay una parte de la investigación que tiene que ver con toda la obstrucción de la justicia, el encubrimiento, pero después hay una parte más profunda que es por qué se entregó el pasaporte mismo y en tiempo récord», explicó a PáginaI12. «Circula la hipótesis no descabellada de que median sobornos y vínculos con el narcotráfico por parte del gobierno uruguayo. Me parece que no es plausible que la investigación no incluya las patas de estas organizaciones delictivas en Paraguay, en Bolivia, y donde sea», agregó.

No pasó nada malo

Mientras tanto en Uruguay, el abogado Jorge Barrera presentó un escrito ante la Fiscalía en el que solicitó archivar la investigación del pasaporte. De todos modos, la Fiscalía tiene previsto resolver el caso luego de la feria judicial de enero, señaló el medio uruguayo El Observador. Barrera es defensor de Pauline Davies, quien era directora de Asuntos Consulares de la Cancillería durante el trámite que inició Marset para obtener el documento mientras estaba preso en Dubái por portar un pasaporte paraguayo falso.

Según informó el diario El País de Uruguay, el abogado detalló que el tiempo transcurrido desde que se comenzó a investigar ha sido más que suficiente (un año y medio) y que de momento no se encontró ninguna violación de tipo penal. De hecho, Barrera insistió en que la entrega del documento se realizó respetando la legislación vigente y que el narcotraficante no tenía antecedentes ni orden de captura internacional, por lo
que la Cancillería estaba obligada a darle el pasaporte.

Por su parte, el Presidente Lacalle Pou se pronunció el viernes por primera vez por el caso desde que anunció el 4 de noviembre las renuncias de varios de sus funcionarios implicados en el problema y en la destrucción de evidencia. “Yo voy a todos lados. ¿Cómo no voy a ir? Ya fui por un caso y voy por
otro”, aseguró respecto de la posibilidad de que lo citen a declarar a Fiscalía
, en diálogo con la prensa local durante la inauguración de la cosecha de trigo en Dolores. “Lo único que falta es que digan que el presidente de la República no
va a ir a declarar”, manifestó con ironía.

Respecto de la reunión protagonizada por su exasesor Roberto Lafluf, y los exsubsecretarios del Interior, Guillermo Maciel, y de Cancillería, Carolina Ache, por los chats sobre Marset, el mandatario admitió que la cita fue propiciada por él debido a que «había distintas opiniones respecto a qué hacer”. De todos modos, no explicó porque sus funcionarios renunciaron si, como dijo hace dos semanas, supuestamente no tenían responsabilidad legal en la expedición del pasaporte.

Tampoco los miembros del oficialismo volvieron a hacer referencia a la situación, en continuidad a la idea de «pasar la página» que establecieron la semana pasada como mayoría en el Parlamento al rechazar el tratamiento del escándalo como asunto político. «Los partidos de la coalición por el momento mantienen el apoyo al presidente. Son conscientes de que si no van juntos no tienen chances de ganar las próximas elecciones», subrayó Delacoste.

«A cobrar muchas cuentas» 

No obstante, el que resurgió de las cenizas como un fénix –a los pocos días de haber renunciado como ministro del Interior– y habló fue Luis Alberto Heber, quien afirmó en un acto de campaña del Partido Nacional en Durazno que, pese al tema del narcopasaporte, en unos días vuelve a ocupar su banca en el Parlamento cargado con «munición gruesa».

«No nos duele la munición de los adversarios, pero carguen bien porque volvemos al Senado», advirtió Heber a la oposición. “Nos pegaron y nos siguieron pegando, y nosotros también vamos a pegar,
porque tenemos palo para cortar, y ahora vamos al Senado y vamos a cobrar
muchas cuentas ahí”, añadió el ex ministro, que estaba con licencia de su puesto como senador mientras se desempeñaba como titular de Interior.

En diálogo con este medio, el senador del Frente Amplio (FA), Alejandro «Pacha» Sánchez, criticó la vuelta de Heber. «Está muy cuestionada su gestión como ministro y su figura», expresó. «Hay que respetar a quienes son electos por el
pueblo aunque hayan tenido una gestión de mediocre para abajo
en asuntos tan
importantes como la seguridad pública, salvo que se demuestren delitos graves. Tendremos que esperar a ver qué resuelve la Justicia», precisó.

«En definitiva, yo creo que que el verdadero juicio
será dentro de un año, en las próximas elecciones, donde el pueblo uruguayo juzgará a un gobierno con un enorme collar de perlas de corrupción
y sin logros
en términos de gestión política, ni en términos sociales, ni en términos
económicos de crecimiento, ni en el manejo de las cuentas públicas, y
mucho menos en el bienestar de la población ya que ha aumentado la pobreza, la
precariedad del empleo y las dificultades de todos los uruguayos para llegar a
fin de mes», remarcó el senador.

Informe: Axel Schwarzfeld

Fuente: Página 12

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