El empresario Daniel Noboa empezará este jueves un gobierno de apenas 18 meses, en los que deberá afrontar grandes desafíos económicos, sociales y de seguridad, en medio de la expectativa ciudadana sobre los temas que abordará en una anunciada consulta popular para principios de 2024. Noboa, de 35 años, jurará el cargo en una ceremonia en la que estarán presentes el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el de Bolivia, Luis Arce, y el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, entre otros.
Luego de superar en segunda vuelta a la correísta Luisa González, Daniel Noboa concretó así el sueño de su padre, el magnate del sector bananero Álvaro Noboa, quien fue candidato presidencial sin tener suerte en sus cinco intentos. Acorralado por un juicio político en la Asamblea Nacional, el derechista Guillermo Lasso decidió disolver el parlamento en mayo, lo que precipitó nuevos comicios y una salida anticipada del gobierno.
Entre los temas urgentes que esperan a Noboa figuran un déficit fiscal de 3.500 millones de dólares hasta fin de año, la necesidad de solventar el gasto corriente para el sector público, generar empleo y cumplir con organismos multilaterales de crédito como el FMI. Además deberá afrontar la reducción de ingresos fiscales debido a la prohibición de explotar el Bloque 43-ITT, uno de los yacimientos de petróleo situados dentro del biodiverso Parque Nacional Yasuní.
Ese bloque tiene una producción promedio de 58 mil barriles de petróleo al día, lo que supone alrededor del 11 por ciento del total de la producción de petróleo de Ecuador. La promesa de campaña de Noboa para impulsar el trabajo juvenil mantiene a esa población expectante, mientras ronda la incertidumbre por la forma en que abordará la crisis energética, que obligó a cortes de luz diarios, y las consecuencias de la anunciada llegada del fenómeno del Niño.
Corrupción y llamado al diálogo
«Para el Nuevo Ecuador no hay líneas rojas para conversar, hay líneas rojas para el accionar. Tendremos tolerancia cero con la corrupción, este cambio debe destronar a los grupos de poder que se han enquistado en el Estado por décadas. Estamos abiertos al diálogo, pero no podemos pactar en contra del país», dijo Noboa al recibir las credenciales como presidente electo.
Con un proyecto que dice caracterizarse por ser «de paz, de progreso, sin condiciones para dialogar», Noboa tiene el reto de conseguir acuerdos en la Asamblea Nacional para sacar adelante sus iniciativas. Precisamente el domingo pasado una alianza en el Parlamento allanó el camino para la designación del socialcristiano Henry Kronfle como su presidente.
«Este es el inicio de un nuevo Ecuador, con madurez política y liderazgo, donde se trabaja bajo el impulso de transformar el país. Confío en que el nuevo presidente de la Asamblea sabrá dirigir, mandar y acatar las normas constitucionales en beneficio de los ecuatorianos», señaló Noboa ese día. La alianza parlamentaria está formada por la oficialista Acción Democrática Nacional, el conservador Partido Social Cristiano y la Revolución Ciudadana que lidera el expresidente Rafael Correa.
Pese a su derrota en la segunda vuelta presidencial, el correísmo tendrá al menos 50 de las 137 bancas del nuevo Parlamento, además de estar al frente de las alcaldías de Quito y Guayaquil, las principales ciudades. El partido de Noboa consiguió apenas 14 bancas, lo que refleja la necesidad de tejer alianzas en la Asamblea Nacional que garanticen la gobernabilidad.
Ola de inseguridad
Ecuador vive una escalada de violencia sin precedentes, que las autoridades atribuyen al enfrentamiento entre bandas del crimen organizado vinculadas al narcotráfico. En cinco años Ecuador pasó de 5,8 a 25,32 asesinatos cada 100 mil habitantes, la cifra más alta desde que se tiene registro. Las organizaciones convirtieron las cárceles en centros de operaciones y campos de batalla, con choques que dejan más de 460 presos muertos desde febrero de 2021.
En medio de esa espiral de violencia se produjo el asesinato en agosto pasado del entonces candidato presidencial Fernando Villavicencio, después de denunciar que había recibido amenazas de muerte. Según el Informe Global Contra el Crimen Organizado Trasnacional (Gitoc), revelado en septiembre pasado, Ecuador ya está entre los diez países con mayor criminalidad del mundo.
Como parte de su política de mano dura, Noboa propuso el funcionamiento de un sistema de «cárceles barcaza» que permita aislar a los presos más violentos. Las cárceles penitenciarias prometidas por Noboa tendrían capacidad para «300 o 400 reos» y se ubicarían «en aguas ecuatorianas», a 130 kilómetros de tierra firme, detalló a fines de agosto, cuando aún era candidato.
Endeudamiento y energía
Otra cuestión de relevancia es la deuda externa, porque el futuro mandatario deberá afrontar pagos por más de 5.000 millones de dólares. El endeudamiento total del país es de 75.227 millones de dólares, según cifras oficiales, lo que equivale al 62 por ciento del PBI. Aunque el desempleo durante la gestión de Lasso se redujo del 6,3 por ciento al 3,7 por ciento, el 60,4 por ciento de la población económicamente activa trabaja en la informalidad y no alcanza un salario básico, según cifras oficiales.
La sequía y la falta de previsión generaron una baja de energía que obliga a cortes programados desde hace casi un mes. De hecho la sesión del viernes pasado de instalación de la Asamblea Nacional pudo hacerse porque se suspendieron las interrupciones, y lo mismo está previsto para el jueves, cuando deben jurar Noboa y su vice, Verónica Abad.
Las crisis económica y de inseguridad provocaron una nueva ola migratoria entre los ecuatorianos. Según la Subsecretaría de Migración, 4.433 ecuatorianos fueron deportados de Estados Unidos y México en 2022, y la cifra sumó a más de 14 mil en 2023. Solo en la ruta migratoria a través de Honduras, 38,239 ecuatorianos se fueron para no volver entre enero y octubre de 2023, según el portal Primicias.
Consulta popular
Noboa adelantó que, entre sus primeras acciones como gobernante, citará nuevamente a las urnas a los ecuatorianos para que respondan a una consulta popular. Hasta el momento se conoce que el proceso, previsto para el primer trimestre de 2024, versará sobre temas de seguridad y sistemas de jurados para tipos penales de crimen organizado y corrupción.
Con muy poco recorrido político, Noboa llegó de sorpresa al balotaje. Con apenas dos años de experiencia política en el Congreso iba último en las encuestas. Pero antes de la primera vuelta, su participación mesurada en un debate al que asistió con chaleco antibalas luego del asesinato de Villavicencio lo catapultó al balotaje.
Noboa completará el período del presidente saliente, el derechista Guillermo Lasso, quien en mayo pasado invocó la llamada «muerte cruzada», una figura constitucional que le permitió disolver la Asamblea Nacional y pedir la convocatoria a elecciones extraordinarias. El joven empresario ganó el balotaje del 15 de octubre con el 51,83 por ciento de los votos frente al 48,17 por ciento de Luisa González superando la grieta entre correísmo y anticorreísmo.
Fuente: Página 12