Ecuador: ofensiva militar contra las bandas narcocriminales

El Gobierno de Ecuador presionó este jueves con una dura ofensiva militar a las más de 20 bandas criminales y narcotraficantes presentes en el país, en medio de una ola de violencia hasta el momento dejó 16 muertos y que hace que presos de varios penales retengan todavía a 178 personas.

Más de 22.400 militares desplegados, patrullajes por tierra, aire y mar, requisas en las calles, operaciones en cárceles y toques de queda forman parte de la batería de medidas que el Gobierno del presidente Daniel Noboa puso en marcha en esta nueva fase de enfrentamientos contra las bandas narcos. «Quisieron infundir temor, pero despertaron nuestra ira. Creyeron que someterían a todo un país y se olvidaron que las fuerzas armadas están entrenadas para la guerra», advirtió el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, en un mensaje publicado en redes sociales.

Explosiones y falsas alarmas

Aunque la actividad se reanudó parcialmente en las principales ciudades, muchos comercios se mantuvieron cerrados, el transporte público circuló con menor frecuencia de la habitual, universidades y escuelas dieron clases de manera virtual y primó el teletrabajo, describió la agencia de noticias AFP.

No obstante, este jueves las autoridades locales detallaron que hasta el momento murieron tres personas y otras once resultaron heridas, tras una explosión producida en la noche del miércoles en una discoteca de la ciudad amazónica de El Coca. Al momento de ocurrir el hecho, las autoridades activaron el llamado «código plata» para proteger el hospital adonde fueron trasladados los heridos. Todavía se desconocen quiénes son los responsables del hecho, que la Policía Nacional calificó como un «ataque terrorista».

También bajo el puente de Guajaló, al sur de Quito, el equipo de técnicos antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) realizó una explosión controlada de un artefacto explosivo, informó el diario local Primicias. Jorge Rodríguez, comandante del distrito Quitumbe, precisó que en la zona se encontró una funda negra con una envoltura del mismo color y unas mechas que sobresalían.

El Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, en la misma ciudad, informó en un comunicado que recibió una amenaza de bomba en la mañana. La casa de salud activó sus protocolos para proteger a los pacientes, mientras que el personal del GIR acudió al lugar y, tras una revisión exhaustiva, verificó que el aparato sospechoso no era un explosivo. Luego de ello, la atención se retomó con normalidad.

La postura de Noboa

Mientras tanto, el presidente Noboa ratificó que actuará con firmeza ante los criminales al ser consulado en una entrevista radial sobre una petición de garantías para entregarse por parte de Fabricio Colón Pico, identificado como cabecilla de la banda criminal Los Lobos, y mencionado en un presunto plan para atentar contra la fiscal general, Diana Salazar.

«Hay que tratar a los terroristas como terroristas y nosotros actuaremos con firmeza. Si se quiere entregar, nadie le está impidiendo, que se entregue si quiere», afirmó el mandatario. «Ecuador ya está harto de que las condiciones las pongan los criminales. Condiciones las pone la gente de bien, condiciones las ponen las familias ecuatorianas, las pone el Gobierno, las pone el Estado, no las ponen los criminales», aseveró.

Colón Pico se fugó en medio de la escalada de violencia que se desató esta semana en el país tras la fuga de Adolfo Macías, alias «Fito», el líder de la banda Los Choneros. En un vídeo que circula en redes sociales, el cabecilla de Los Lobos señaló: «Me quiero entregar, señor presidente. Me fugué porque me dijeron que me iban a matar, mi vida corre peligro, no por otro motivo. Entienda, señor presidente, usted garantice mi vida, que no me va a pasar nada y yo me entrego».

Nuevas cárceles «bukelistas»

A las declaraciones de Noboa se sumaron otras que hizo en redes sociales al presentar el diseño de los nuevos centros penitenciarios que planea construir este año en las localidades amazónica de Pastaza y costera de Santa Elena, con capacidad para 736 presos, y que están pensadas con estilo “bukelista”, según el Gobierno, haciendo referencia a las políticas penitenciarias de mano dura que aplica elpresidente Salvador Bukele en El Salvador.

«Esto es un paso más para controlar al terrorismo y el crimen organizado, que necesita ser reforzado con leyes más duras, jueces honestos y la posibilidad de extraditar a los más peligrosos», aseguró Noboa. «Se trata del inicio de un urgente saneamiento del sistema penitenciario que estuvo durante décadas controlado por las mafias”, añadió.

Para el mandatario ecuatoriano, la violencia en las calles y en las cárceles que actualmente está sufriendo el país es una respuesta al temor de los criminales por las políticas de seguridad que su administración está implementando a escala nacional.

Ganancias narco

En la jornada también se conocieron detalles y fundamentos del decreto ejecutivo por el cual Noboa declaró el martes a las bandas narco como «terroristas» y en consecuencia blanco de la inédita ofensiva militar y policial. El instrumento legal reveló que las bandas dedicadas al narcotráfico en Ecuador generaron ganancias por más de 120 millones de dólares al año.

Según esa orden ejecutiva, en el territorio operarían al menos 22 bandas criminales, divididas en tres subgrupos: los aliados de los Choneros que trabajan para el cártel de Sinaloa; los grupos cercanos a los Lobos, que operan para el cártel Jalisco Nueva Generación (ambos mexicanos); y un núcleo de bandas independientes que trabajan por su cuenta y tienen territorios más pequeños.

Para la declaración de «conflicto armado interno», el Presidente contó con un informe de la Policía Nacional que señala que entre 2014 y 2023 se evidenció una consolidación del crimen organizado y que ese fenómeno es el detonante para la actual crisis de seguridad, añade el reporte.

Las cárceles y rehenes liberados

Respecto a la situación carcelaria, en la prisión de Esmeraldas, situada en la homónima provincia fronteriza con Colombia, un grupo de presos llegó a disparar desde el interior de la prisión contra personal de las Fuerzas Armadas que se encontraban en el exterior, quienes reaccionaron para controlar la situación, relató el SNAI. También hubo incidentes en la cárcel de la tropical ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde tres presos lograron fugarse.

En tanto, la Policía ecuatoriana anunció a través de un comunicado la liberación de tres policías que fueron entregados a sus familiares. Habían sido secuestrados el martes por presuntos criminales en la provincia de Los Ríos mientras cumplían con su servicio. A la altura del sector de San Pablo, en el municipio de Valencia, se logró ubicar tres vehículos que habrían sido utilizados por los secuestradores, quienes lograron huir del lugar. «Los delincuentes dejaron en libertad a los tres policías al sentirse presionados por las diferentes intervenciones operativas que venía ejecutando la Policía Nacional», señaló la institución.



Fuente: Página 12

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