“Tengo la obligación de buscar la paz”, dijo el mandatario boliviano al anunciar que deja el gobierno para intentar frenar la escalada de violencia desatada por la derecha. Remarcó que su renuncia es «para que Mesa y Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”.
El presidente de Bolivia, Evo Morales renunció a su cargo y se refugió en la localidad de Chimoré junto al vicepresidente Álvaro García Linera. Morales anunció su salida para evitar que siga la escalada de violencia desatada por la derecha contra funcionarios y militantes del Movimiento al Socialismo (MAS).
Ante las versiones que hablaban sobre un pedido de asilo en la Argentina o en México, Morales aseguró que piensa quedarse en Bolivia. «No tengo por qué escapar», escribió en su cuenta de Twitter.
“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo esta tarde el presidentea través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron a violentas protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre. «Queremos preservar la vida de los bolivianos», remarcó Morales en una comunicación en la que confirmó las dimisiones.
Evo aseguró que su renuncia «no es ninguna traición» y convocó: «La lucha sigue. Somos pueblo». «Dejamos una nueva Bolivia en proceso de desarrollo. Le digo a las juventudes: sean humanos con los más humildes», añadió.
El recién dimitido presidente de Bolivia arremetió contra la misión de auditoría electoral de la OEA que detectó irregularidades en los comicios de octubre. «La comisión de la auditoria de la OEA ha tomado una decisión política» al exigir nuevos comicios en Bolivia, declaró Morales. «Algunos técnicos de la OEA están al servicio degrupos de poder», agregó.
«El golpe de Estado se ha consumado», expresó por su parte García LInera, quien también renunció. Agregó que cumplirán el grito de rebeldía del líder indígena Túpac Katari: «¡Volveremos y seremos millones!».
En medio de una nueva ola de violencia, ministros y funcionarios habían renunciado en bloque a sus cargos. Opositores que pedían la renuncia de Morales atacaron la casa del presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, en Potosí, que tras lo ocurrido renunció a su cargo. El ministro de Minería, César Navarro, presentó igualmente su dimisión luego de que su casa, también en Potosí, fuera incendiada por un grupo de opositores. Le siguió la renuncia del ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.