Toloposungo: el movimiento trans que se opone a la policía colombiana con «mariconeo» 

El colectivos trans de Colombia ha ganado protagonismo en un país convulsionado por las protestas. Ya van 19 asesinatos de trans en el país desde que empezó el año. Hace un mes, en plena convulsión, se produjo el crimen de Luciana Moscoso y denuncian que no hay protección por parte de las autoridades.

La manera de protestar es a través de acciones en la calle. Con un casco de Policía, el pecho descubierto y falda de volantes verde fosforito, una joven trans detiene el tráfico en el centro de Bogotá, mientras que sus compañeras trans y travestis bailan «vogue» en mitad de la calle de forma festiva, contra la violencia policial y reivindicando a quienes ya no están, narra la periodista Inés Escudero para una nota publicada en EFE.

Hacen «mariconeo», como dicen, para visibilizar la situación. «Nosotras bailando les decimos: ‘tú nos atacas con balas, yo te ataco bailando; mis movimientos son las armas que yo tengo contra ti‘», argumentó al ritmo de la música Sofía Gallego, una joven trans que forma parte de Toloposungo, el movimiento de «trans y maricas» que está detrás de estas protestas «artísticas».

Les dicen»afeminadas», que «bailan como locas», que son «gritonas». Pero, aseguró Gallego, «no nos importa si te gusta o no, nosotras lo hacemos a nuestra manera y es lo que nos identifica realmente».

Toloposungo, junto a otros colectivos LGTB, volcaron toda esa «rabia» y descontento en una gran marcha el jueves 16 de julio, cuando inundaron varias calles del barrio de Santa Fe, un céntrico distrito de Bogotá donde abundan la prostitución y los prostíbulos, para acabar denunciando ante las puertas de la Fiscalía que sus casos quedan impunes. «Estamos celebrando nuestra existencia cuando todos dicen que no podemos existir», aseguraron.

Las trans colombianas muchas veces han visto sus posibilidades laborales reducidas al trabajo sexual  o a la peluquería y el maquillaje. Además, son objeto diario de burlas, acosos e incluso violencia tanto de la sociedad como de los efectivos policiales. Por eso la marcha se detuvo con pesar en la esquina de Santa Fe donde asesinaron a Sofía en 2017. Era una menor trans de 17 años a la que «embistió un carro por transfobia».

Remarcaron que en «pleno corazón de Bogotá vivimos el exterminio y el genocidio» que ya se ha llevado a sus compañeras. Entre tantos bailes y arengas, el grito más sonado es el de «Todos los Policías son una gonorrea», frase que da nombre al colectivo Toloposungo.

El vogue, un baile propio de trans, travestis y gays sobre todo negros, se hizo viral hace unos meses, cuando un grupo de tres chicas «queer» se subió a la escalinata del Palacio de Justicia de Bogotá el 28 de abril y comenzó a bailar delante de los antidisturbios. Ellos vacilaban en comenzar a lanzar gases lacrimógenos a los manifestantes que se congregaban en la céntrica Plaza Bolívar durante el primer día del paro nacional.

Sin embargo, Toloposungo lleva muchos meses ensayando, congregándose cada semana en un parque de la capital colombiana para practicar «vogue», «twerk» y otros bailes que han sido tradicionalmente mal considerados y que ahora están de moda en todos los clubs del mundo.

«El abuso policial aquí no distingue de raza ni de género ni de sexo ni de estrato social. Lo que nos estamos convirtiendo es en un movimiento donde todo el mundo se está uniendo», dijo Gallego.

El grupo ha servido para que muchas jóvenes transiten al otro género o descubran lo que sienten y se vean acogidas. «Las construcciones de género son tan diversas que aquí puedes ser una mujer de la forma que tú quieras ser y en Toloposungo nadie te va a decir que tú no eres una mujer porque aquí reinan el amor y el amor al baile por encima de todo», cerró Gallego. 

Fuente: Página 12

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